La fuerza de los sistemas financieros siempre será crucial para la estabilidad económica de un país, en México la economía emergente y su mercado financiero evalúan y comprenden los riesgos de este sistema y así economistas, emprendedores, negocios y CEO’s toman mejores decisiones estratégicas y financieras, en este post profundizaremos en dichos riesgos y algunas estrategias que mitiguen el impacto.

El Sistema financiero mexicano se compone de diferentes entidades como: Bancos, casas de bolsa, aseguradoras, etc. relacionándose con los mercados nacionales e internacionales haciéndolos susceptibles a diferentes tipos de riesgos (Mencionados en nuestro blog) de los que no están exentos como:

1. La dependencia económica con Estados Unidos: De acuerdo con su relación comercial con dicho país, una desaceleración dentro de la economía estadounidense puede tener un impacto significativo hacia nuestra economía disminuyendo la demanda de productos mexicanos, reflejado en una caída en el valor de sus acciones y bonos. Además de una disminución en la inversión extranjera directa proveniente que limitaría el acceso a las empresas mexicanas a capital y financiamiento.

2. Vulnerabilidad ante desastres naturales: Con lo propenso que es México a sufrir desastres naturales como huracanes, temblores, e inundaciones se puede tener un impacto devastador al interrumpir operaciones de los bancos y otras instituciones financieras afectando la capacidad para proveer servicios a los clientes y podría resultar en pérdidas significativas.

3. Volatilidad cambiaria: Dentro de este ramo el peso mexicano es una moneda que tiende a ser volátil, en especial en tiempos de incertidumbre económica y política, ya que muchas empresas tienen deudas en dólares, una depreciación imprevista podría aumentar el costo de estas mismas y afectar la capacidad de las empresas para pagarlas.

4. Riesgos políticos: Así como las elecciones presidenciales y cambios gubernamentales pueden tener repercusión en la estabilidad haciendo una política poco favorable o una inestabilidad generalizada afectando negativamente la confianza de los inversionistas en el país.

5. Evasión fiscal y lavado de dinero: Estos son problemas persistentes en México, por lo cual su importancia es vital dentro del sistema financiero ya que la falta de cumplimiento tributario reduce los ingresos del gobierno afectando la capacidad de financiar diversos programas, además que puede socavar la integridad del mismo al permitir que fondos ilícitos fluyan a través de él.

6. Regulación y supervisión: Es responsabilidad de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) y del Banco de México (Banxico) para supervisar a todas las entidades del país, si no se lleva a cabo correctamente se vuelve vulnerable a crisis financieras y actividades ilícitas.

7. Reformas necesarias: Se han implementado reformas que regulen estos riesgos como la Ley de Instituciones de Crédito de 2014 que busca la mejora en supervisión y regulación dentro del sector bancario, o la Ley para Regular las Instituciones de Tecnología Financiera (Ley Fintech) de 2018 que fomenta la innovación en servicios financieros, y la Ley de Servicios Financieros Móviles de 2018 que busca promover la inclusión financiera a través del uso de tecnología. Aunque hay áreas que se pueden fortalecer para su transparencia y rendición de cuentas para todas las entidades financieras y fomentar la lucha contra el lavado de dinero y la corrupción.

En resumen, el Sistema Financiero Mexicano es fundamental para identificar y entender los riesgos que actualmente se enfrentan. Una gestión proactiva no solo protege los intereses individuales, sino que contribuye a la solidez y estabilidad económica de México. La clave está en adelantarse a los riesgos y actuar de manera informada, responsabilidad que compartimos todos, desde economistas hasta directores ejecutivos.