México es un país donde la inversión es una parte primordial de la vida financiera personal y empresarial. Para muchos el hablar de inversiones es mencionar los “CETES” que en tiempos pasados fueron el ancla de muchos portafolios de inversión ya que su seguridad y rentabilidad los convertían en una opción predilecta para hacer crecer el dinero de varias generaciones de mexicanos, sin embargo, los vientos económicos cambian y el panorama de las inversiones nos da una era en donde la estabilidad está siendo cuestionada y ya no es garantía que los rendimientos de CETES sean un reto para el inversionista moderno.

Es una realidad palpable que en el mercado financiero actual la tasa de interés que ofrecen ha mermado, evidenciado no ser tan atractiva como solía ser, y los inversionistas saben que deben buscar alternativas para que su dinero prospere. La pregunta actual es ¿A dónde dirigir nuestros ahorros e inversiones con la disminución de las tasas de los Certificados de la Tesorería de la Federación (CETES)?, lo que nos lleva a encontrar un equilibrio entre el riesgo y el retorno en los escenarios financieros actuales a través de participar en nuevas oportunidades de inversión.

De acuerdo con cifras recientes del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) muestras que las tasas de CETES han ido disminuyendo de acuerdo a la inflación que no ha bajo a un ritmo equiparable, esto significa que el rendimiento es negativo para los que inviertan a largo plazo. La Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (CONDUSEF) también ha hecho público que los cetes ya no son una alternativa atractiva ya que no compiten con una inflación anual que permanece por encima de 4%, lo que sitúa a los inversionistas en una posición complicada.

La Diversificación como Estrategia Clave

Impulsados por la necesidad de maximizar los rendimientos, muchos han comenzado a explorar otras opciones de inversión, en México se ofrecen oportunidades con rendimientos que suelen superar la inflación desde los bonos gubernamentales o corporativos, hasta fondos de inversión y fiduciarias de inversión en bienes raíces (FIBRAS), entre otros. La Bolsa Mexicana de Valores es un lienzo amplio de inversiones de acuerdo a los intereses y perfiles de riesgo de cada individuo.

Más allá de la Bolsa, el sector inmobiliario parece renacer como un puerto seguro para muchos inversionistas, como la adquisición de bienes raíces ya sea para renta o valorización capital que se ha convertido en una alternativa tentadora debido a su solidez en zonas urbanas estratégicas. Por supuesto, los fondos de inversión y las Administradoras de Fondos para el Retiro (AFORES) son opciones viables que no deben pasar por alto.

Dentro de esta diversificación, es importante considerar la Educación Financiera siendo un componente esencial para tomar decisiones informadas de inversión dentro de un país donde el mercado de valores ofrece oportunidades de amplio espectro. La solución se haya en ser capaz de evaluar de manera sólida y autónoma el riesgo y la rentabilidad de cada opción.

Finalmente, el cambio es por naturaleza desafiante y en el mundo de las finanzas no es la excepción. La evolución de las inversiones es un reflejo de las transformaciones económicas y de un paisaje financiero en cambio constante, los CETES son una de muchas variables que influyen en este mundo. No existe una fórmula mágica, pero sí un camino de aprendizaje y mejora continua que, bien recorrido, puede conducirnos a consolidar un futuro financiero más estable y próspero.